El Río Llobregat y su Delta

En el segundo episodio de nuestro podcast, nos adentramos en el fascinante entorno del Delta del Llobregat, un área de 98 km2 donde las aguas del río Llobregat encuentran su camino hacia el Mar Mediterráneo. Este escenario único convive con el bullicio del Aeropuerto de Barcelona, el puerto de la ciudad, extensos campos agrícolas y la vida urbana que alberga a casi dos millones de personas.

Juan David Escorcia

 

El segundo episodio del podcast de la serie “Rio Arriba, Rio Abajo” inicia con Enric de
Roa Bonel, miembro del Consorcio para la Protección del Río Llobregat. Enric
compartió detalles esenciales sobre la historia de este lugar, remontándose a 1994
cuando se estableció el Plan Delta, un ambicioso proyecto de infraestructuras que
alteró significativamente la geografía. Entre las transformaciones se incluyó el desvío
del río, la expansión del puerto de Barcelona, la construcción de la gran depuradora de
aguas residuales del Prat y la ampliación del aeropuerto.

Según Enric, este plan dividió la zona en áreas de infraestructura, agrícola y natural.
Aunque sobre el papel parecía un rompecabezas funcional, la realidad demostró ser
más complicada. Las decisiones, como la ampliación del aeropuerto entre dos zonas
húmedas, ilustran los desafíos inherentes a la planificación de un entorno tan diverso.
El Delta del Llobregat mantiene dos acuíferos que desempeñan roles críticos. La capa
de agua profunda, situada entre 50 y 60 metros bajo tierra, se destaca como una
reserva vital. Esta "bolsa de agua" alberga recursos hídricos en condiciones óptimas,
contribuyendo a la estabilidad del entorno.

Sin embargo, la atención se centra en el acuífero superficial, la bolsa de agua más
cercana a la superficie y, lamentablemente, en un estado menos favorable. Enric
plantea la pregunta crucial: ¿por qué esta capa de agua no goza de la misma calidad
que su contraparte más profunda? La respuesta a esta pregunta se deriva del estado
de las lagunas del Delta que en su conjunto se encuentran con cifras de 90% de
contaminación de sus aguas. Situación que le valió al gobierno español y a la
Generalitat de Cataluña, tomen medidas urgentes ya que en el 2027 se cumple el plazo
establecido por la Unión Europea para la restauración de este ecosistema.

Según Enric, una de las consecuencias de esta contaminación se encuentra en la
conexión directa con el suelo. Esta capa superficial, vulnerable a los caprichos del
terreno, se convierte en receptora directa de todos los nutrientes y contaminantes que
se infiltran. Un ejemplo claro es el uso de pesticidas en la agricultura: cuando se
aplican al suelo, estos productos pueden filtrarse con el riego, llegando directamente
al acuífero superficial.

Este fenómeno cobra relevancia al considerar las lagunas litorales, auténticas joyas del
Delta. Enric destaca que estas lagunas, esenciales para la biodiversidad local, están
todas interconectadas con el acuífero superficial. La contaminación de esta capa de

agua no solo afecta la calidad del agua que sustenta estos ecosistemas acuáticos, sino
que también plantea preocupaciones sobre el estado ambiental del Delta del
Llobregat.

En la grandeza del Parque Agrario del Bajo Llobregat, donde la tierra fértil se convierte
en un tapiz de huertos, la gestión del agua se establece como un pilar fundamental
para la sostenibilidad agrícola. Con cerca del 12% de la superficie y la producción de
huerto de Cataluña, este parque se erige como un pequeño gigante agrícola
compuesto por 318 explotaciones distribuidas en pequeños terrenos que oscilan entre
las 3 y las 10 hectáreas cada uno, involucrando a 14 municipios.

En ese lugar, la gerente de este parque, Helena Perxacs, responde con seguridad que
no son ellos quienes son los responsables de la contaminación importante por
nutrientes en el agua. Para explicarlo, describe cómo es que reciben el agua
proveniente de los acuíferos y del agua regenerada que les proporciona la Agencia
Catalana del Agua y Aguas de Barcelona. Además, ante la pregunta de cómo se sienten
cuando son señalados por ser los responsables de interferir en la calidad del agua,
asegura que la pregunta debe ser al contrario y desafía la perspectiva convencional al
plantear la pregunta crucial: ¿cuál es la calidad del agua para el uso agrario? Reconoce
que, para garantizar la seguridad alimentaria, es imperativo que la agricultura cuente
con agua de calidad. Este enfoque, según Perxacs, debe preceder a cualquier otra
consideración.

Para finalizar este episodio de podcast, Antoni Munne de la Agencia Catalana del Agua
describe los cuáles son los procesos agrícolas en Cataluña y se muestra seguro del
control que esta Agencia realiza alrededor de la calidad del agua regenerada. Al mismo
tiempo, expone que no existen los datos suficientes para considerar procesos de
eutrofización alarmantes en las costas de Cataluña. Todo lo demás, está bajo el control
de esta agencia, según el funcionario.

Munne resaltó los avances logrados en la reducción de la contaminación química en
los últimos años. Sin embargo, señaló que los esfuerzos futuros deben centrarse en la
mejora de hábitats fluviales y la gestión de contaminantes emergentes. También
resaltó la necesidad de abordar los vertidos puntuales durante las lluvias para que no
continúen interfiriendo con la calidad del agua.

Esta historia ha sido posible gracias al apoyo y mentoría de Earth Journalism Network e
Internews.

Escucha este segundo episodio de pódcast en Spotify y Google Podcast.

* Esta serie de episodios ha recibido el apoyo técnico de:

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